La crítica, la envidia, los celos, el juicio ajeno son actos de los que no hemos aprendido a dejar de cometer. Tu capacidad es continuamente puesta a prueba, tus habilidades puestas en duda, pero más importante que esto es :
¿Cuál es tu reacción ante el bochorno?
Debemos entender que aquella persona que usa la crítica, que enjuicia sin medida, lo hace como reacción a su propia limitación. El crítico siente débil su autoestima. Aquel que no ve su entorno desde la neutralidad, se alegra de tu desgracia, pues se siente en una posición superior. De la misma forma critica tu virtud, pues no es permisible que alguien esté por encima de él.
No obstante, esto puede equilibrarse de manera bidireccional a través del reconocimiento.
Reconoce primeramente tus habilidades y tus capacidades desde tu inteligencia innata, desde tu sentir intuitivo olvidando por completo que piensan los demás, que es o no es correcto para nuestra sociedad o incluso para el ser humano.
Luego reconoce la habilidad de tu crítico para superar desde si mismo su falta de autoestima y su capacidad de apreciar sus propias virtudes.
La carencia de reacción emocional por tu parte no solo te dará el lugar que mereces, además ayudarás a que aquellas personas que no te valoran debidamente encuentren su justo pedestal. El pedestal desde el cual todos somos iguales.