Esa cantidad de emociones que guardamos bajo llave, aquellas que deseamos descubrir en el corazón de quien amamos, aquellas que nos han dicho que, de descubrirlas, conoceremos el fondo de una persona.
Muy lejos de la realidad. Toda esa amalgama de emociones, creencias, costumbres que atesoramos como lo más valioso y personal es lo mismo que nos bloquea, nos limita y nos guía por caminos sin salida.
Busca el interior de tus seres queridos, pero sabiendo que lo que tienes es la llave que muestra a una persona clara, única, sin influencias pues el interior de una persona es un ser que no ha sido deformado por la información ajena.
Tenemos la llave que abre el ser y no la coraza del tiempo que la envuelve, sus miedos, sus pensamientos, sus creencias.
Esa llave, la necesaria para descubrir la verdad bajo la coraza no es otra que tu propia claridad, sin envolturas, sin asedio de ademanes congelados de otro tiempo.
Si deseas saber quién es aquel o aquella a quien amas muéstrate como individuo único, comparte tu camino desde tu sentir intuitivo y tu entorno se mostrará a ti como seres sin necesidad de esconder su propia realidad.
Pues es cierto que tú no eres ni estas triste, no eres ni estás melancólico, no eres ira ni estás enojado, no eres ni estas indignado. Solo vives y experimentas la tristeza, la melancolía, la ira o la indignación. Pero estás jamás te definirán.