Obra realizada en óleo sobre papel. Principalmente predominan dos colores, el rojo y el negro. En ella se plasma una escena cotidiana de una ciudad, pero está proyectada en negativo. Sí que es cierto que puede provocar una sensación extraña en el espectador, primero por el color que no deja impasible, y en segundo lugar por la forma en que se ha descrito la escena: en negativo, y la razón es para reflejar una sensación y es la de que en las grandes ciudades se producen miles de encuentros con miles de personas a todas horas y todos los días, pero no somos capaces de recordar ni reconocer ninguna de las caras que nos encontramos, como en el negativo de una foto.